La Frescura del Café
La frescura de los granos de café es sin duda uno de los factores que decidirán si por la mañana vas a disfrutar de una buena taza, una más o menos, o directamente una mala taza, dependiendo de qué tan fresco o añejo esté tu café, y hace cuanto tiempo lo hayas molido.
No son pocas las personas que deciden moler grandes cantidades de café cuando compran una bolsa, y no está mal, al final cada uno tiene sus gustos, y a muchos les gusta porque brinda comodidad y se ahorra mucho tiempo, pero detrás de esos beneficios está el hecho de que al dejarlo molido, los granos se comienzan a secar y el resultado que se obtiene, a horas o días de haberlo molido, es un café más desbalanceado y con un sabor diferente al que originalmente pretendía entregarte, siendo recién molido y preparado.

Entonces, si estamos hablando de un café tostado ¿de qué tienes que preocuparte? Hay tres factores que resguardan la frescura de los granos, primero, si está entero o molido, hace cuánto tiempo fue tostado y tercero, cómo se almacena luego de abrir la bolsa, ya que hay que tratar de mantenerlo en un lugar fresco, aislado del aire exterior y ojalá sin la luz del sol chocando de manera directa, para que no se seque. En Walia también recomendamos almacenarlo con su grano entero, ya sea en su empaque original o en otro que pueda ser sellado, ojalá con una válvula unidireccional, para que pueda salir el dióxido de carbono que libera al tostarse.
Recuerda que el café es comida, y al igual que ella, al ser expuesto al exterior, se añeja rápidamente. Esos serían nuestros consejos para que en tu casa mantengas el café siempre en las mejores condiciones, y para que cada taza la disfrutes de manera única. Un cordial saludo de parte del equipo Walia. ¡Que tengas un buen día!